Las Sonatas de Valle-Inclán pueden considerarse como cuatro narraciones independientes. Su nexo es el personaje principal, el Marqués de Bradomín, y cada relato corresponde a una estación el año, a un periodo distinto de la vida del Marqués, está situado en un lugar diferente (Italia, Méjico, Galicia y Navarra) y cada historia tiene un nombre de mujer: María Rosario, la Niña Chole, Concha y María Antonieta.
El orden que Valle-Inclán siguió para escribir sus Sonatas fue: Otoño (1902), Estío (1903), Primavera (1904) e Invierno (1905). Nunca dejó Valle-Inclán a lo largo del resto de su vida de revisar constantemente estas historias. Nunca dejó de trabajar en ellas.
El personaje central es el Marqués de Bradomín, un Don Juan feo, católico y sentimental que narra en primera persona y de una manera distante lo que podríamos llamar sus memorias amorosas. En ellas está muy presente tanto el amor como la muerte, pero también toca sin recato temas como el erotismo, la homosexualidad, el incesto o el adulterio. El Marqués de Bradomín figura con mayúsculas en la relación de personajes centrales de la literatura española. Sólo puedo decir que es un ser fascinante.
Leyendo las Sonatas he de confesar que he sonreído, he reído, me he estremecido, he sufrido, he llorado, he jaleado, he reprendido, me he ensimismado, he padecido de melancolía, de nostalgia. Siempre digo que hay libros que se leen y hay libros que se viven. Hay libros que se te llevan por delante. Las Sonatas son unos de esos libros.
Y la Sonata de Primavera puedo confesar sin pretender ser exagerado que es una de las historias más hermosas que jamás haya leído. La Sonata de Primavera es la belleza misma.
lunes, 13 de julio de 2009
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3 comentarios:
Me apunto tu recomendación. Yo disfruté hace tiempo de MARTES DE CARNAVAL y creo que empieza a ser hora de reencontrarme con el bueno de Valle Inclán.
Yo de Valle Inclan sólo he leido dos de sus obras de teatro más celebradas (Luces de Bohemia y Divinas palabras).
También me apunto las sonatas porque presiento que me interesará mucho el marqués de Bradomin (del que he adquirido su lema para autodefinirmeaunque cambiando la palabra "católico" por "agnóstico").
Por cierto que no sé si sabes que existe una versión cinematográfica de las Sonatas dirigida por Badem y con Francisco Rabal interpretando al noble calavera.
No lo sabía. Gracias.
"Tirano Banderas" también me gustó mucho. No entendí nada, pues está escrito en mejicano, pero me encantó.
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