Pepe comenzó siendo albañil, pero, como es muy hábil, osado y tiene don de gentes terminó siendo constructor. Lleva una cuadrilla bastante amplia y trabajo nunca le falta. Lo conozco desde hace más de doce años y nos llevamos muy bien. Está ahora a punto de jubilarse pero, aún así, sigue en forma el tío. Nuestras conversaciones suelen ser muy curiosas pues su castellano no es muy bueno y mi valenciano es peor, por lo que tenemos unas charlas en un castellano valenciano raro, lo cual nos hace reírnos bastante.
Hará cosa de diez años vino por nuestra oficina por un trabajo que estábamos haciendo. Habíamos terminado ya de hablar de la faena cuando se me quedó mirando y me dijo:
-Oye, Impenitente, ¿por qué no te casas con mi hija?
-¿Cómo?
-Que te podrías casar con mi hija. Tú eres muy buen chico, me llevo bien contigo y serías un yerno fenomenal.
-Pero si yo no conozco a tu hija.
-Tú por eso no te preocupes. Te va a gustar seguro. No es fea. Lo único es que tiene un carácter insoportable, pero ya te encargarías tú de dulcificarla.
-Pero bueno, Pepe. Que yo tengo novia, y me voy a casar.
-¿Desde cuándo ha sido eso problema? Además, con lo modernos que sois ahora los jóvenes seguro que lo solucionáis en un momento.
-No sé yo. No conoces a mi novia.
-Mira, Impenitente, si te casas con mi hija te regalo un piso.
-¿Un piso?
-Un piso. Piénsatelo y dime que sí. Eres mi oportunidad. No voy a conseguir que esta chica se vaya nunca de casa y es que no hay quién la aguante. No hay quién la aguante.
E., el delineante, había asistido a la conversación y estaba muerto de risa. Al poco rato llegó mi jefe.
-Mire, jefe, que le cuente el Impenitente la oferta que le ha hecho Pepe.
-¿Te ha ofrecido trabajo?
-No, me ha pedido que me case con su hija.
-Pero, cuéntaselo todo- dijo E.
-Me ha dicho que, si me caso con su hija, me regala un piso.
-Y tú, ¿qué le has contestado?
-No le he dicho nada.
-Tú eres tonto. Dile que sí, hombre. Dile que sí. Que Pepe los duros los toca pero bien y a su sombra vas a vivir muy tranquilo. Dile que sí. Acepta, no seas tonto.
No acepté. Acabamos casándonos Ana y yo. Todavía nos queda una temporada para terminar de pagar el piso. Sigo viendo con frecuencia a Pepe. Nunca olvida hablarme de su hija. Sigue teniendo un carácter insoportable. Creo que sigue viviendo con sus padres.
jueves, 7 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
12 comentarios:
Tú tranquilo que ahora está bajando el Euribor!
A mí no me han propuesto matrimonio en mi vida. Debe ser que tengo un carácter insoportable o es que soy, directamente un mal partido. O ambas cosas a la vez...
Yo creo que te precipitaste, hombre. Tendrías que haber averiguado antes en que zona te quería regalar el piso: no es lo mismo Benicalap que la Avenida de Aragón. Y oye, por un piso en benicalap no, pero por un duplex en Aragón... Seguro que Ana lo habría comprendido.
Por cierto, ¿sabía la chica lo que iba haciendo su padre?
Y luego dicen que no quedan románticos en el mundo...
jajaja, esta vida no para de dar sorpresas jajaja
un abrazo.
El piso estaba en el pueblo de la Horta Sud donde trabajo, junto a la Albufera. Quizá debiese haber preguntado su valor catastral, su extensión y su luminosidad.
A la chica no la he visto nunca.
¿Y tú has propuesto matrimonio alguna vez, Pi?
A mi en matrimonio no pero una mujer me propuso que me fuera a vivir con ella y a que tuvieramos un hijo a la media hora de conocerla. Bueno sí que me fui a vivir con ella, lo del hijo lo dejamos correr.
Pero más alucinante fue el caso de una Discoteca rural (seguro impenitente que sabes que en esos sitios pasan las cosas más increibles) en la que había una chica de 16 años con su madre buscandole noviomarido. Lo sé porque se lo propusieron a un amigo mio.
Las discotecas rurales y los bares rurales. Uno conoce gente en esos sitios que hacen que la especie humana nunca deje de sorprender.
Pues no, Impenitente, nunca he propuesto matrimonio a nadie. No necesito que esté firmado en ninguna parte para saber que existe el compromiso entre mi pareja y yo. Y si al final se trunca, solucionar el papeleo será un problema menos.
Sí he declarado mi amor, mi intención y deseo de permanecer junto a esa persona mientras ambos queramos, ganas de compartir la vida, vivir juntos... ¿Qué diferencia eso del matrimonio? Un contrato firmado. Un acto frío que se camufla con un bodorrio (en la mayoría de los casos de lo más hortera y donde algún miembro de la familia se siente ofendido por algo...), y aun pretenden venderlo como algo de lo más romántico, ¡Venga ya!
Pues no, Impenitente, nunca he propuesto matrimonio a nadie. No necesito que esté firmado en ninguna parte para saber que existe el compromiso entre mi pareja y yo. Y si al final se trunca, solucionar el papeleo será un problema menos.
Sí he declarado mi amor, mi intención y deseo de permanecer junto a esa persona mientras ambos queramos, ganas de compartir la vida, vivir juntos... ¿Qué diferencia eso del matrimonio? Un contrato firmado. Un acto frío que se camufla con un bodorrio (en la mayoría de los casos de lo más hortera y donde algún miembro de la familia se siente ofendido por algo...), y aun pretenden venderlo como algo de lo más romántico, ¡Venga ya!
Garraty por un duplex en la avenida de Aragón, le organizo yo misma la boda
No creo que haya diferencia, Pi.
Ana ¿Y por qué no lo dijiste en su momento?
Publicar un comentario