miércoles, 4 de junio de 2008

She is roller coaster

Mae West es uno de esos personajes que debía ir acompañada permanentemente por un amanuense cargado con su mármol, martillo y cincel y, cada vez que la vampiresa abría la boca, zas, ahí estaba el escribiente cincelando para la posteridad la ocurrencia de la diva. Y ésta abría la boca muy a menudo. No sé cuántas citas célebres circulan de la cándida de Mae. Creo que hay hasta libros publicados y todo.

El otro día escuché una cita de la citada que me gustó. Y aquí la fusilo y así apaño una entrada.

No es lo que digo sino cómo lo digo. No es lo que hago sino cómo lo hago. Y, sobre todo, es lo que parezco mientras digo lo que digo y hago lo que hago.

Y ya que estoy con las citas, añadiré otra que no tiene nada que ver. Ésta la he sacado de “Alta fidelidad” de Nick Hornby (dice el viejo proverbio que, si te ha gustado una película, jamás leas el libro y viceversa. Pero algunas veces, pocas (“Rebeca”, “Matar un ruiseñor”) no está de más saltarse el proverbio. Y ésta es una de ellas).

“…¿Qué fue primero: la música o la tristeza? ¿Me dio por escuchar música porque estaba triste? ¿O es que estaba triste porque escuchaba música? ¿No te convierten todos esos discos en una persona de tendencia melancólica?

Hay quien se preocupa, y mucho, de que los niños pequeños jueguen con armas de fuego, de que los adolescentes vean vídeos en los que la violencia es moneda corriente; nos da miedo que esa especie de cultura de la violencia termine por tragárselos como si tal cosa. A nadie le preocupa sin embargo que los niños escuchen miles, literalmente miles de canciones que tratan siempre de corazones destrozados, de rechazos y abandonos, de dolor, tristeza, pérdida. Las personas más desgraciadas que yo he conocido, románticamente hablando, son las que tienen un desarrollado gusto por la música pop. Y no sé si la música pop es la causante de esta infelicidad, pero sí tengo muy claro que han escuchado esas canciones infelices desde hace más tiempo del que llevan viviendo una vida más o menos infeliz. Así de claro”.

La felicidad de la infelicidad. La infelicidad de la felicidad. Para mí la felicidad es encontrarme sólo, coger un viejo disco, ponerlo en el plato y que comience a sonar “Come together”, "Something”, “Maxwell silver hammer”, “Oh darling” …

5 comentarios:

SisterBoy dijo...

Yo siempre digo que con estar vivo es más que suficiente

3'14 dijo...

Pues si te gustó "Alta Fidelidad", no dejes de leer "En picado". Si te das prisa, incluso lo harás antes de que estrenen la peli ;)

pep-ito dijo...

Cuando quieras te enseño caligrafía china...

¿Qué tal va todo?
¿Sigues corriendo?

Hace unas semanas me fui con Slim y su boy a una carrera polular, fue muy divertido y nos hicieron un masaje a cuatro manos en nuestras piernas. ALU-cinante!!!!

Arual dijo...

Me encanta HF, la peli y el libro, ambos dos!!!

J.P. dijo...

Yo sigo flipado con la fealdad de María Bethania...

Tengo pesadillas y no puedo dormir.