viernes, 8 de enero de 2021

Solsticio de invierno

Salí a rodar (solo) mis doce kilómetros reglamentarios. Volvía por el puente del tranvía por donde no pasa ningún tranvía. Bajando vi delante a uno que iba corriendo mientras se acomodaba unos auriculares y la capucha de un chubasquero. Lo pasé. Me saludó. Lo saludé. Dijo no sé qué. Como vi que tenía ganas de charlar y yo no tenía ninguna prisa, le esperé. Empezó a contarme que venía de hacer series. Le gusta hacerlas por el puerto. Allí tiene su circuito. También por el PAI de las Moreras. Me dijo que llevaba en esto del running (sic) desde principio de año y que tenía la teoría (menos de un año corriendo y ya tenía teorías) de que, si se va a competir en asfalto, las series hay que hacerlas en asfalto. Estaba entrenando duro. Se había propuesto preparar una 15K (sic) (segundo paréntesis, no sé cuál). Y tenía un objetivo ambicioso. Para ello había diseñado un plan de entrenamiento (menos de un año corriendo y ya preparaba planes de entrenamiento) que se resumía en pocos kilómetros pero siempre intensos, con un porcentaje muy alto de calidad.

Yo le iba escuchando. Tenía a mí lado a una gacelilla, a un tierno gazapillo. Me habría bastado medio zarpazo y un leve movimiento de mandíbula para haberlo descuartizado y haber despedazado sus restos. No lo hice. Le dije que ajá, que muy bien, que fenomenal, que por supuesto y que claro que sí. Nos despedimos. Nos dimos los nombres, para cuando volviésemos a coincidir. Se fue. Cruzando el Jamonero me sentía desconcertado. Lo había dejado vivo. Esto no me había pasado nunca. He disfrutado machacando cada gallito que se me ha cruzado por el camino tirando de marcas y de currículo. Me lo he pasado en grande tratando con condescendencia a todo corredor impúber con el pecho hinchado que me he encontrado. Y éste se fue crudo. Entero. Y se fue así porque no quise masacrarlo. No tuve ganas. No me apeteció. Y aquí entra mi desconcierto. ¿Qué me está pasando? ¿Fue sólo un momento puntual o hay algo más de fondo? ¿Es éste el camino hacia la misantropía, el de la desgana? ¿Estoy en la antesala de la vejez? ¿Me tengo que preocupar?