jueves, 13 de noviembre de 2014

Me consta que la fatalidad se cebó en mí

Recientemente me reencontré con una canción que en su momento me fascinó y que lleva unos días recuperando el terreno perdido. La canción es “Víctima de un error”, de Alaska y Dinarama. Venía en “Deseo carnal” y tiene una de esas letras impecables (Carlos Berlanga era un fenómeno), con mucha fuerza y sonoridad y que está perfectamente encajada en la música. La letra es la siguiente:

Huyendo de mi propia sombra encontré, sí,
la prueba de una oscura traición.
Corriendo sin mirar atrás descubrí, sí,
el método de entrar sin llamar.

No pudo ser, culpable soy.
Según la ley no lo maté.
Tú no me crees y ahora
busco cómo salir del paso.

Víctima de un error,
sabes que no fui yo.
Reo de confusión,
víctima de una triste decisión.

Me consta que la fatalidad se cebó en mí
y nadie me lo puede negar.
Es cierto que lo que yo vi resultó ser
el fin de la civilización.

No pudo ser, culpable soy,
según la ley no lo maté.
Tú no me crees y ahora
busco cómo salir del paso.

Víctima de un error,
sabes que no fui yo.
Reo de confusión,
víctima de una triste decisión.

(Joder, cuánto tiempo sin poner la letra de una canción. Sigo). Bueno, el tema es volver a aplicar la lógica a lo que no tiene por qué ser lógico. Porque yo la leo y no la entiendo. ¿Qué pasó? ¿Qué vio? Está claro que se metió donde no le llamaban y ahí comenzaron sus problemas. ¿Es culpable? Porque según la ley él no lo mató. Ella no le cree (por tanto, es culpable ante sus ojos), pero luego dice que sabe que no fue él. Repito, ¿qué pasó? ¿A quién traicionó? ¿Es culpable por acción, por omisión, por las dos cosas o por ninguna? Sí, la letra es muy buena, da gusto cantarla, silabearla y paladearla, pero en estos momentos me tiene en un sin vivir. ¿Cómo terminó? ¿Le ajustaron las cuentas? ¿Encontraron su cadáver flotando en el río? ¿A quién se parecía ella: a Barbara Stanwick, a Lauren Bacall o a Veronica Lake? ¿Terminaron casándose? Y, sobre todo, ¿qué pasó? ¿Cuál fue el error? ¿Cuál fue la triste decisión? Un sin vivir, digo.

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