lunes, 28 de abril de 2014

El forofismo

Esto se me está empezando a ir de las manos. Y no es sólo por la temporada que está haciendo el Atlético de Madrid. Podría culpar a mí hijo pero creo que mi hijo está siendo sólo la excusa. Ayer nos fuimos los dos a Mestalla a ver al Atleti. No era la primera vez. Pero nos fuimos los dos con la camiseta del Atleti puesta. Fuimos andando luciéndola con orgullo (la camiseta, digo). Nunca lo había hecho antes. Siempre fui un forofo de puertas para dentro. O parapetado tras una pantalla de ordenador. Ahora no. Ahora la luzco en territorio hostil. Y no sólo eso. Antes del partido nos pasamos por el hotel donde se concentraba el equipo. Y allí hicimos espera. Mi crío se colocó en primera línea. Yo me quedé más atrás. Estuve hablando con un inglés de Bristol hijo de tinerfeños que hablaba un castellano con un acento inglés y canario simultáneo muy gracioso. Por razones inexplicables (el corazón y la razón: dos conceptos contrapuestos) era seguidor furibundo del Atlético de Madrid y había venido ex profeso a ver el partido. Allí estuvimos compartiendo emociones y recuerdos hasta que el conductor puso en marcha el autobús y empezaron a salir los jugadores (no nos despedimos. Fue un placer). Primero salió Diego Costa, que se acercó a la gente para firmar autógrafos. A mi crío le firmó en la camiseta y luego le tocó la cabeza. Yo estaba detrás jaleándole y haciendo fotos. Luego salieron el resto de jugadores. Y el Cholo. Y el Mono. Estos no se acercaron. Saludaron y se subieron al autobús. Por supuesto los aclamé a todos. Por aclamar, hasta jaleé al doctor Villalón y al profe Ortega. Y luego acompañamos al autobús hasta el estadio (que estaba al lado. Tampoco fue ningún sobreesfuerzo) cantando junto al resto de aficionados colchoneros, que no eran pocos. Y llegamos a Mestalla. Y jugamos como siempre. Y ganamos como siempre. Sufriendo. Por los pelos. Jugando en el filo. Tal vez no fuese así pero tantos años de fatalismo no se borran de un plumazo y cada vez que el Valencia pasaba de medio campo a mí me daban taquicardias. Y nos quedamos aplaudiendo al equipo. Y mi crío se quería quedar a esperar que los jugadores saliesen del vestuario pero eso ya me pareció demasiado. Volvimos a casa sonriendo, con una sonrisa que hacía que nuestras camisetas luciesen más. Íbamos orgullosos. Felices. Somos del Atlético de Madrid. Somos forofos del Atlético de Madrid. Que no quede la menor duda. Que se sepa.

3 comentarios:

J.P. dijo...

Se te va.

Pero si por alguien me alegro de esto que os está pasando, sin duda es por vosotros dos. Y nadie más.

Y aúpa Chelsea, que con la liga ya tenéis bastante.

Sanfélix dijo...

Qué gozada amigo. Es de las pocas veces (bueno, no tan pocas) que deseaba la derrota del Valencia. Está claro que no soy tan forofo como tú. No espero otra cosa que el doblete. Que sigas disfrutando sin parar.

El Impenitente dijo...

Bueno, J.P., ya estáis camino de Lisboa. Enhorabuena. Espero nos veamos allí.

Pensaba que en Mestalla, Sanfélix, habría más como tú. Al final no es fácil ir en contra de tu equipo, así que el partido se disputó hasta el final. Y gracias. Ganemos o no ganemos, habrá que celebrarlo. Burguer party o caracoles. Tú eliges.