lunes, 16 de septiembre de 2013

Cuchíbili

Siempre pensé que el repertorio de todos los grupos y orquestas que tocan en verbenas y fiestas populares que se celebran en España estaba regulado mediante Real Decreto y que era por ley por lo que siempre tenía que sonar “La chica ye-ye”, “Viva el pasodoble”, “Déjate querer”, “Se te nota en la mirada” (en el secarral, “Te se nota en la mirada”), “Corazón bonito, corazón salvaje”, “El gato montés”, “Que la detengan”, “Sarandonga”, “Me gustas mucho”, “La bilirrubina”, “El venao”, “Sopa de caracol”, etc. También estaba convencido de que ésa era la verdadera razón por la cual tras el último descanso y antes de la despedida, la orquesta tiene que tocar “Hace calor”, “Fiesta pagana”, “Estoy clavado en un bar”, “Chiquilla” y “Legalización”. Parece ser que no es así, que no es por ley sino que no es más que una cuestión de oferta y demanda. Pues vaya.

Sabido es que en España el consumo de alcohol no es sólo algo socialmente aceptado sino que, además, es una fuente importante de ingresos para las arcas del Estado. En las verbenas se baila y se alterna (como se decía antes) y todo ello siempre con un vaso en la mano. Dentro de toda la variedad de personas que acuden a las verbenas y a los bailes populares no es difícil distinguir a aquellos que tienen un mínimo de sensibilidad musical puesto que son los que han de beber más de la cuenta para digerir lo que están escuchando y han de recurrir a sustancias que no se venden sin receta para soportar el paroxismo colectivo que se alcanza cuando la masa inicia sus coreografías al son de “Al compás del chacachá, del chacachá del tren” o de “No rompas más mi pobre corazón” (aquí no incluyo “Paquito, el chocolatero” puesto que, como ya defendí alguna vez, considero a esta canción, junto a “El muerto vivo” (y no estaba muerto, no no. Estaba tomando cañas), como los verdaderos himnos de España y como tales deben de ser tratados, respetados y venerados). Pensando en esas personas de sensibilidad musical elevada, en su hígado y en sus neuronas (y en la educación musical del resto, aunque esto no lo dije) fui de despacho en despacho hasta conseguir entrevistarme con un alto funcionario a quien le razoné lo oportuno que sería el dejar en mis manos el criterio musical de España. Le confeccioné una lista de canciones, le dije que aquel no era más que un primer borrador que iríamos puliendo de manera progresiva, y le marqué los plazos para que, antes de seis meses, se aprobase un Real Decreto que regulase el repertorio de todas las verbenas y fiestas populares y que ese repertorio fuese el mío. Con buenas palabras me dijo que un pijo, que las verbenas estaban bien como estaban por muchas razones siendo la principal que los ingresos por la venta de alcohol eran satisfactorios y que dudaba mucho de que mi aportación fuese a resultar beneficiosa para el erario público. Y como poderoso caballero es don Dinero, pues nada, que ni caso.

Leí una vez que el ABC no pierde lectores sino que se le mueren. Y a las verbenas populares les sucede lo mismo. Tal vez gocen de buena salud pero están condenadas a muerte. No hay renovación alguna en sus asistentes. Van siempre los mismos. Y el día en que se muera el último, sanseacabó. Ya podrá la orquesta tocar “La gota fría” o “Islas Canarias” que no. Este argumento puede resultar tétrico pero es real como la vida misma. Y por este flanco contraataqué al alto funcionario. Le hice ver que mantener es perder. Reflexionó. Meditó. Sopesó. Hizo un par de llamadas. Respiró y me dijo –déjeme la lista para que me la estudie. Estaremos en contacto. Y en esas estamos. Real Decreto Legislativo 2/2014. Próximamente. Id sacando los flecos y las lentejuelas.

2 comentarios:

3'14 dijo...

Recuerdo la Gran Noche de fiesta mayor de mi pueblo, era la que tocaba La orquesta Cimarrón. Probablemente hubo muchas otras, pero se me quedó este nombre grabado. Y todas, absolutamente todas las canciones que nombras han sonado en esas fiestas... Lo que ya no recuerdo es cuanto hace de la última noche con orquesta de la que "disfruté".

El Impenitente dijo...

Los nombres de las orquestas son fabulosos. Hace mucho (creo que fue en el blog antiguo) le dediqué una entrada. Tendría que tomar nota para ampliarla.