La leche, entera.
Me como el borde de la pizza. Y el del pan de molde también.
La Coca-Cola, con azúcar y con toda
su cafeína.
Me encanta la bollería industrial.
El queso, curado.
Bebo agua del grifo. A morro.
Las pipas las prefiero tostadas, sin sabores raros, sin pelar y con mucha sal.
Si trabajase en un kebab, en un McDonalds o en un Burger King pesaría doscientos kilos.
El vino me lo sirvo, lo observo a
contraluz, lo agito delicadamente, lo huelo, lo cato, le pongo gaseosa y me lo bebo.
El café, cafeinado. Y con azúcar.
Tres cucharadas. Siempre tres.
El pan, blanco y con sal. Y siempre mojo. Y
rebaño los platos hasta dejarlos inmaculados. Y, por supuesto, me como la miga.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
16 comentarios:
¿Revisión médica reciente?
Suena a manifiesto rebelde perfil A (nivel III).
Yo creo que el día que empiece a tomarme en serio llevar una dieta sana y equilibrada empezaré un auténtico debacle pernicioso para mi salud.
Podría hacer daño
el agua y no el licor.
Venga, novio de la muerte, que yo te he visto tomar descafeinados de sobre.
Y de máquina también, pero lo negaré siempre.
No fue una revisión. Estaba ojeando una revista de runners (esa chusma) y cuando leí los consejos de nutrición (que más que consejos parecían leyes de obediencia debida) se me afilaron los colmillos y se me llenó de espuma la boca.
Y el jamón con tocino. Y los helados, los más grandes que haya. Y las fresas con nata.
Me ha hecho gracia que empezaras con lo del borde de la pizza. Me he acordado de un antiguo amigo que ya no se acuerda de mí y por tanto ya no es amigo y que siempre se dejaba así media pizza. Traicionero el cerebro con los recuerdos, oye...
Una vez comparé (y perdón por la autocita) a los recuerdos con los guerrilleros vietnamitas, que surgían de un hoyo en mitad de la carretera y comenzaban a disparar sin preaviso.
Y el chocolate con churros. Y con porras. Y con buñuelos. Y con picatostes.
Te olvidas de la leche condensada...
Y del güisqui: siempre DYC, con su cocacola, sus hielos y sin dejar posos.
Y las cañas con sus pinchos, de los cuales es pecado dejarse algo.
Comer y beber: qué placeres.
Un abrazo.
Kas
vives al límite chaval!
Yo a esa lista añado que me gusta el Marlboro con todo.
Vivo tan al límite que estoy pensándome el irme a los pantanos de Lousiana a matar caimanes (no sólo de Boing y Clan vive nuestra televisión. El canal Xplora se hace un hueco de vez en cuando).
Kas, nosotros nos comemos hasta los pinchos de Miguel. Y ¿posos? ¿Qué son los posos?
Y confío que no me cierren el blog porque en él se haya mencionado una marca de tabaco.
Ahí, a lo loco, contra todo y contra todos.
Me has pillado. Hacía más de un año que no caía en la tentación pero este fin de semana paseando por Teruel me acerqué a un kiosko y compré el último número de "Runners".
Y es cierto que recomienda un listado de consejos para que los "runners" acaben las fiestas delgados, finos y con cara de avinagrados. Juro que si.
Y por cierto. CORREDORES
Y me uno a tu listado añadiendo la cerveza de barril. Odio la cerveza "sin".
Prometo seguir la lista más adelante.
¡Álex! ¡Qué alegría! Tío, no voy a negar que me tenías preocupado. Y muy bien tu equipo. Enhorabuena.
Sigue la lista, Altos y Bajos. Sólo he de decir que, tras cuatro días en el secarral, estoy a punto de odiar la cerveza "con", pero sólo a punto. Me durará poco. En realidad ya se me ha pasado.
Impenitente, qué buen rato he pasado esta mañana leyendo varias entradas de tu blog a hurtadillas desde el trabajo :) Ya tienes un lector más.
Bienvenido seas, Kyezitri (espero aprender pronto a escribir tu nombre sin consultar). Y muchas gracias. He de decirte que también pasé por tu cubículo y le eché una ojeada y comprobé que lo que escribes no se debe ojear sino leer detenidamente, algo que pienso ir haciendo paso a paso. Lo dicho. Bienvenido, muchas gracias y un abrazo.
Muy bueno, yo también tengo una lista muy similar, me ha resultado maravilloso leer en un blog este tipo de relación...
Diagnostico de un instante
Hombre, yo no diría tanto como maravilloso, pero se agradece el cumplido.
Y, por cierto, bienvenido.
Publicar un comentario