lunes, 10 de diciembre de 2012

El subjetivismo

Fotografía tomada una tarde de diciembre en el Secarral. La carretera que cruza es la que se dirige hacia la Osa y entronca con la que va de Tarragona a Córdoba (y viceversa) y une a la capital y a la aldea del Secarral. Entre todos los bosques que pueblan la imagen es fácil, si se pone empeño, distinguir un conjunto de árboles en primer plano. Son olivos. Parecen todos iguales pero no lo son. Si uno se fija claramente puede diferenciar, entre ellos, dos tipos. Sea esta entrada un concurso y dejo un rato para la observación y para la detección de la diferencia entre uno y otro. No hay premio. O sí. Ya veremos.

(Silencio contemplativo y reflexivo).

Bien, imagino que la mayoría ya lo habrá adivinado pero, por si acaso, voy a dar la solución. Mirando a la foto podemos distinguir seis líneas longitudinales. Las tres hileras de la izquierda están formadas por olivos (olea europaea), que son árboles de hoja perenne (suena mejor perennifolio), longevos y muy bonitos, tan bonitos que quedan bien incluso en mitad de una rotonda, y que produce un fruto conocido como aceituna de donde se extrae el aceite de oliva (paréntesis musical: De la uva sale el vino. De la aceituna, el aceite. Y de mi corazón sale, ay, cariño para quererte), producto éste crucial tanto para la cocina como para la cultura mediterránea. Los olivos de las tres hileras de la izquierda producen aceitunas de diversas variedades. Generan también oxígeno, dan sombra y embellecen el paisaje.

Por otra parte están las tres líneas longitudinales de la derecha. Parecen iguales que las de la izquierda pero no. Son distintas. ¿En qué? Pues en que estas tres hileras están formadas no por olivos sino por los putos olivos (putus olea europaea). Su propietario es el padre de Ana (en castellano, suegro) y tiene siempre a bien el acordarse de mí para ayudarle en la recolección del fruto. La aceituna se coge en estas fechas, con la fresca. La indumentaria necesaria para su recolección serviría también para alcanzar el Polo Norte. Los putos olivos producen putas aceitunas de diversas putas variedades. También producen puto oxígeno, dan puta sombra y embellecen el puto paisaje. Y generan puta mala leche, producto clave también para entender  tanto la puta cocina como la puta cultura mediterránea.

Por lo demás, si acertaste con la diferencia, enhorabuena. Si no…bueno, el año que viene volverá a haber aceituna. Te esperamos.

P.D. Fotografía cortesía de la agencia J.P. Reservados todos los derechos.

13 comentarios:

SisterBoy dijo...

Una vez fuie en coche de Madrid hasta Malaga atravesando la tierra de los olivareros altivos, la peste oleíca me convenció de no acercarme a esos árboles más para que ahorcarme como Judas

Slim dijo...

jaja nunca he cogido olivas (mi experiencia campestre se limita a las manzanas de Ademuz) pero debe ser divertido, sí.

al menos desayunarás todo el año tostadas con aceite bueno, va.

El Impenitente dijo...

Cada vez que he bajado a Andalucía me he cansado sólo de ver tantos y tantos olivos. Eso no se acaba nunca.

La verdad es que no nos gastamos nada en aceite, eso sí. Y sabe mejor, desde luego, y no por el ahorro sino por el esfuerzo. Como siempre o casi siempre.

J.P. dijo...

Te prometo que el año que viene me voy contigo.
En el fondo todos sabemos que te encanta, no consideras invierno sin aceituna ni comida de gachas sin tuna.

Cómo bailabas, pájaro.

Vaya, me acaban de salir planes para el año que viene. Lamento que tampoco podré ir.

El Impenitente dijo...

Me pareció ver a otro pájaro a mi lado. Igual lo cuento, mira.

Y ya me encargaré el año que viene de que cumplas, si tienes palabra, la promesa de tu primera frase. ¿Planes? Excusas.

Anónimo dijo...

La mejor variedad es la cornicabra y seguro que es la variedad más abundante en la tierra de tu suegro. "Su fruto, de elevado rendimiento, aporta unos aceites muy estables y apreciados. Su notable resistencia al desprendimiento condiciona la recolección mecánica..."
Las muy putas están bien agarradas. Pero te has ganado el aceite para todo el año, y eso, tal como está la cosa, es un pico.

GARRATY dijo...

Piensa en cuando tu hija tenga novio, un tierno preadolescente de ciudad, y tú te lo lleves al secarral y lo putees acarreando olivas de acá para allá sin sentido aparente, ni real, dejándolo tan agotado que no tenga ganas de pensar en nada que no sea dormir toda la noche del tirón. Seguro que entonces comprendes un poquito mejor a tu suegro y hasta te alegras de tener a mano los putos olivos.

Búscame un par de hanegadas por la zona.

El Impenitente dijo...

Garraty, tal y como he leído lo de "cuando tu hija tenga novio" me han entrado las taquicardias y las arritmias y me han tenido que ingresar. No he leído el resto del comentario por prescripción facultativa. Si te sirve de algo, Ana me ha dicho que has dado con la clave. Y cuenta con esas dos hanegadas. Y mira a ver si me puedes conseguir una de naranjos por tu tierra. Por si acaso.

Pues sí, querido Anónimo. Las cornicabras abundan. Y se agarran bien. Nosotros vamos sin máquina, todo a mano. Pero cogiendo estas aceitunas tengo la misma sensación que si estuviese cogiendo café.

Y pensaba que ibas a decir algo de la casa que se ve en el lateral derecho de la foto.

Anónimo dijo...

¡No la había reconocido!
Gran lugar de feñoritas primero y de ganado ovino después.

Tenía que haber ampliado la foto...

3'14 dijo...

Conozco a una chica que su padre también tiene olivos, y por estas fechas, no podían ser otras, ¿verdad? Van a recoger olivas. Cuelgan las fotos en facebook, todos ellos muy sonrientes, padre incluído, quizás, el que no sonríe tanto es el novio... jajajaja... míralo por el lado bueno, como te dicen por ahí, pronto empezarás a sonreir en las fotos :)

El Impenitente dijo...

El lado bueno es a mediodía, cuando paramos a comer. Hacemos fuego y asamos forro de cabeza, panceta, chorizos y morcillas. Dieta mediterránea, vamos. Entonces sí que sonrío en las fotos, sí.

Altosybajos dijo...

Ja ja ja. Muy bueno.
¿Y se venden bien los putos olivos?
Piensa en la puta herencia.
Ja Ja Ja.

El Impenitente dijo...

¿La herencia? Más que herencia sería una venganza.