martes, 18 de septiembre de 2012

No se suele comer mal en las bodas, pero si a todo el mundo se le sirviese el menú infantil se comería muchísimo mejor

Esto no es una opinión. Esto es algo tan claro y tan evidente que se admite sin necesidad de demostración. Vamos, que es un axioma.

Hay que ver lo que nos gusta una boda. Y con más años ya que la piedra Rosetta nos tocó ejercer de amigos del novio. Pues bien, cumplimos. Y con nota. Se nos dan bien las bodas. Son cuatro los pilares que las sustentan: comer (bien), beber (mejor), cantar (impresionantemente bien) y bailar (división de opiniones) y en los cuatro nos empleamos a fondo dejándonos el alma, el corazón y la vida, dominando siempre los tiempos y dejando patente, como no podía ser de otra manera, la educación y la elegancia que nos caracteriza. Bueno, eso es lo que pensamos nosotros. Pero lo que pensamos nosotros también es un axioma, así que no hay discusión.

También dejamos patente el cariño que nos tenemos pues fueron infinitos los abrazos y los besos que nos dimos. Aunque aquí seguramente influyó en algo la melancolía. Tal vez haya sido éste el último miembro de la cuadrilla del secarral, el último Faisán que se case. Tal vez no nos queden más bodas. Desde el año noventa en que empezamos han sido muchas y a cual mejor. Aunque abrazos y besos nos hemos dado siempre. Nos los damos cada vez que nos vemos. Quizá no fuese la melancolía. Al final va a ser verdad que nos queremos y todo. Y eso, siendo los que somos y como somos, y después de tanto tiempo, más que un axioma me parece un milagro.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te comenté que me comí todo lo que no quiso mi crío.
Sí que lo pasamos bien. Muy bien.
Y no dudes que nos queremos, después de tantos años y tantos roces e incluso golpes, aunque parezca un milagro, nos queremos. ¡Vivan los Faisanes!
Un abrazo. Kas

Anónimo dijo...

Y después de pasarlo tan bien, como bien dices queda la duda de si habrá otra boda faisana. Después de la tuya nacieron las faisanadas porque necesitábamos pasarlo así de bien con cierta frecuencia. Hay que confiar en que alguno de los amigos que queda nos de un buen día, y si no, siempre nos quedarán las faisanadas, a las que podemos empezar a ir con traje y corbata.

3'14 dijo...

Invitación de boda = Gasto de pasta en cantidad.

Ergo me echo las manos a la cabeza cada vez que alguien deja caer la palabra boda...

Si pasamos por alto ese detalle y la fiesta consiste en reunir un montón de seres queridos para celebrar una unión sin más postines que los sentimientos, me encantan la bodas.
Y si se come bien mejor. (pero para mí lo ideal sería que los invitados trajeran comida casera (incluimos la bebida), las ganas de pasarlo bien y nada más) Si algún día me caso (espera... jajajajajajajaja) será algo así.

El Impenitente dijo...

A las Faisanadas múltiplos de diez podríamos ir con traje y corbata. O, casi mejor, a las múltiplos de cincuenta. Lo discutiremos en la próxima.

Como dice mi amigo el Senséi, una invitación de boda es lo más parecido a cuando la Guardia Civil de Tráfico te para y te regala un papelito. Ahora, como también dice él, en una boda no te dan un azadón para que te pongas a cavar. Así que, ya que estás, a pasártelo bien, que no es complicado. Y si estás con gente a la que quieres, pues pasa a ser ya algo inolvidable.

Slim dijo...

yo ya he dicho alguna vez que soy pro-bodas, y deseando estoy que me inviten a una (cosa que hará unos dos o tres años que no pasa).
en lo que no estoy de acuerdo es en lo del menú infantil, de hecho mis hijas ya la última vez me dijeron que no lo querian más!
A estas dos las llevamos bien enseñadas, se ve.

SisterBoy dijo...

Yo opino de las bodas lo mismo que el director de REC 3

El Impenitente dijo...

Seguro que hay fotos del director de REC 3 bailando la conga de Jalisco con la corbata por la frente.

Y deseando estoy que mis hijos digan que ya no quieren el menú infantil para cambiárselo.

Altosybajos dijo...

Pero. ¿Es que no había gambas?

Arual dijo...

Yo me enfrenté a la boda de un amigo también a principios de septiembre, y la verdad es que como hacía tanto que no iba a ninguna de un amigo, porque las de los amigos molan más que las familiares o las de compromiso, lo pasé teta, y es que a mi panda del pueblo, porque fue en el pueblo, las bodas también se nos dan genial.

SisterBoy dijo...

No lo dudes Impenitente, pero lo que siente él es una mezcla de fascinación y horror, como yo vamos.

El Impenitente dijo...

Por supuesto, Altos y Bajos. Es prácticamente inconcebible una boda en la provincia de Cuenca sin gambas, langostinos o similares. Recuerdo una hace trece años donde no hubo y todavía nos lo echan en cara.

En ese aspecto, Arual, tengo suerte pues me lo paso tan bien en las bodas de amigos como en las familiares. Y bodas de compromiso no sé si habré ido a alguna.

SisterBoy, una vez más más llegamos a Joseph Conrad. "El corazón de las tinieblas". Kurtz. La fascinación por lo abominable. -Al, el horror. El horror. Todo esto, por supuesto, tirando de la conga.